Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un https://brianudcc233240.thenerdsblog.com/44544979/cómo-afectó-el-cabezazo-de-zidane-al-fútbol-francés